Samsung Galaxy Note8: una "explosión" de potencia y prestaciones

Tras el “explosivo” incidente que llevó a la retirada del mercado del predecesor de este Note8, Samsung necesitaba superarse con la nueva generación de uno de sus terminales estrella. ¿Lo ha conseguido? En mi opinión, sí, y los argumentos los expongo en las siguientes líneas.

27/10/2017

Con el habitual minimalismo que la surcoreana exhibe en su packaging en estos últimos tiempos, la caja negra con el nombre del producto (un simple "Note8") en color azul eléctrico en la parte superior, deja paso al enorme terminal y, debajo de la bandeja que lo acoge, encontramos un sobre ...

Con el habitual minimalismo que la surcoreana exhibe en su packaging en estos últimos tiempos, la caja negra con el nombre del producto (un simple "Note8") en color azul eléctrico en la parte superior, deja paso al enorme terminal y, debajo de la bandeja que lo acoge, encontramos un sobre con documentos impresos: la guía de inicio rápido, garantía, las instrucciones del bloqueo regional (para Europa), las de transferencia del contenido de terminal a terminal, y un folleto sobre Samsung Pay (el servicio de pagos electrónicos desde el móvil de la misma compañía.

Bajo este sobre encontramos el punzón para abrir la bandeja de la tarjeta SIM y, al retirarlo, dos adaptadores (USB a USB-C y micro-USB a USB-C), el cargador, y una cajita con el cable del cargador, los auriculares, y un pequeño paquete con más gomas para los auriculares.

Diseño

Particularmente, siempre había tenido algo de reparo con los diseños de Samsung, hasta que cayó en mis manos el Galaxy S8. Elegancia y funcionalidad combinadas en un mismo dispositivo que, además, presentaba un aspecto muy robusto.

El Note8 sigue las mismas líneas de diseño del S8, con un aspecto moderno pero guardando unas líneas de elegancia que casi podemos calificar de minimalistas.

La mayor parte de la superficie delantera se encuentra ocupada por la pantalla, un elemento tradicionalmente muy bien tratado por la multinacional coreana en sus gamas altas. Sobre esta, y a la derecha, el objetivo de la cámara delantera y el correspondiente flash, a la derecha del altavoz para las llamadas.

En la parte inferior, en el medio encontramos el conector USB-C, a su izquierda el conector de auriculares, y a la derecha el micro y el altavoz multimedia. No es lo único que encontramos en esta parte del terminal; en el marco derecho, y muy disimulado, encontramos el pen que, al pulsar en él, sale de su logrado escondrijo para permitirnos utilizarlo sobre la pantalla.

En el borde derecho contamos con el botón de arranque, mientras que en el izquierdo encontramos el botón de Bixby (el asistente de voz de Samsung) y el botón alargado para controlar el sonido. Todos estos botones sobresalen muy poco del terminal, dando un aspecto muy pulido a su contorno, además de contar con un tacto robusto pero cómodo.

Finalmente, en la parte superior del dispositivo tenemos la bandeja que contiene las tarjetas SIM y microSD.

Si le damos la vuelta, en la parte superior contamos con el doble objetivo de la cámara principal, el flash, y el lector de huellas digitales.

Su volumen es grande, molestando ciertamente cuando nos lo metemos en el bolsillo, pero la pantalla tiene tanto de largo como de poco ancho, lo que la hace cómoda para manejar con una sola mano, gracias a lo cual llegamos a todos los rincones (nota: quien tenga las manos pequeñas, lo tendrá un poco crudo para llegar a las esquinas).

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