Las tarjetas de crédito tienden a incrementar la cantidad de dinero que gastan los usuarios, porque su formato electrónico y "virtual" influye directamente en el comportamiento de quiénes utilizan esta herramienta de pago. Es lo que se desprende de un análisis de Simon-Kucher & Partners, consultora especializada en gestión de ...
Las tarjetas de crédito tienden a incrementar la cantidad de dinero que gastan los usuarios, porque su formato electrónico y "virtual" influye directamente en el comportamiento de quiénes utilizan esta herramienta de pago. Es lo que se desprende de un análisis de Simon-Kucher & Partners, consultora especializada en gestión de precios, que apunta a identificar cómo estos instrumentos de financiación influyen en las compras de los usuarios. El objetivo es ofrecer a las entidades financieras una estrategia de marketing y pricing más eficiente para captar y retener a sus clientes. Según la consultora existen tres razones principales de por qué las personas tienden a pagar, comprar y gastar más cuando se utilizan las tarjetas de crédito. La primera es que el pago con tarjeta pasa más desapercibido que el hecho de manejar billetes o monedas en efectivo. La segunda está relacionada con el límite de dinero disponible y, por último, el pago en efectivo da una sensación instantánea de separación y pérdida de dinero, mientras que el retraso en la transacción que ofrece el pago con tarjeta permite que se viva una experiencia menos impactante.
En base a estas consideraciones, Simon-Kucher concluye que, en ocasiones, las tarjetas de crédito se convierten en catalizadores de gastos para los usuarios, con el riesgo de ocasionar un consumo excesivo y elevadas deudas, como en el caso de las tarjetas revolving. Así, a raíz de estas conclusiones, la consultora destaca que el error fundamental que cometen muchas entidades financieras es dejar que el usuario perciba este producto de crédito como un simple instrumento de financiación, en vez de intentar atraer a los consumidores con soluciones que conviertan las tarjetas en una herramienta inteligente para controlar los gastos y mejorar los hábitos de ahorro de sus clientes. De la misma manera, aplicaciones digitales que permitan controlar y gestionar de forma inmediata las operaciones efectuadas a través de las tarjetas de crédito ayuda a atraer y retener a los clientes. Las app que facilitan la clasificación automática del dinero gastado con las tarjetas, en categorías de consumo, fomentan el uso de estos instrumentos de pago de forma eficiente y lo convierten en una ayuda para los clientes a la hora de controlar sus cuentas.