Las ventas de ordenadores no consiguen remontar su caída

Las escasas novedades presentadas tanto en hardware como en software, no han conseguido tirar de las ventas del sector de ordenadores personales, que continúa su tendencia descendente. A esa caída se han unido también en los últimos trimestres, los
dispositivos de movilidad como las tabletas.

25/01/2017

Ni que Microsoft regalara su flamante nuevo sistema operativo Windows 10 durante todo un año, ni los nuevos equipos presentados por los distintos fabricantes han conseguido relanzar las ventas de un sector en crisis y franca decadencia. En la era Post-PC, el poder contemplar un ordenador de sobremesa en casa ...

Ni que Microsoft regalara su flamante nuevo sistema operativo Windows 10 durante todo un año, ni los nuevos equipos presentados por los distintos fabricantes han conseguido relanzar las ventas de un sector en crisis y franca decadencia. En la era Post-PC, el poder contemplar un ordenador de sobremesa en casa se ha convertido en rara avis, sobre todo tras la llegada al mercado de dispositivos móviles como tabletas y en especial con la popularización de los ubicuos smartphones. Estos nuevos equipos “inteligentes” son ahora los reyes de la casa, relegando a un rincón tanto a equipos de sobremesa a todas luces farragosos en comparación, como a portátiles demasiado pesados y exigentes en cuanto a sistemas de entrada de datos para un uso ocasional. Y las cifras lo confirman: el mercado mundial de ordenadores lleva en franca caída desde hace años y nada parece indicar que vaya a variar esa tendencia en los próximos trimestres. Sin lugar a dudas, una gran parte de culpa la tiene el cambio de hábitos de uso por parte de los consumidores. Si hasta ahora, quien más quien menos, el principal uso que le daba al ordenador de sobremesa era el de realizar las típicas labores de repaso de redes sociales como Facebook, Instagram o YouTube; con la llegada de equipos como los smartphones o tabletas se ha dado cuenta de que en realidad lo que necesitaba era un terminal que le permitiera utilizar Internet como receptor de información, como un medio de ocio y no como dispositivo de entrada. Y ese segmento de mercado es precisamente el que han llenado ambos dispositivos móviles: usuarios que vean contenidos en Internet son la mayoría, mientras que los que generan esa información son solo unos pocos.

Estando los ordenadores pensados para introducir datos, no cabe la menor duda de que no se ajustaban a ese patrón de “consumo de
Internet” imperante en la actualidad, por lo que la caída de ventas era solo cuestión de tiempo. Y cuando finalmente ha llegado el
bache, parece que va a ser para largo. Así, a nivel global, las ventas de PC (tanto sobremesa como portátiles) llevan cayendo ya varios
años de forma consecutiva, alcanzando cifras negativas de dos dígitos en mercados como el alemán o el francés. El descalabro del
sector es tal, que según la consultora Gartner, a nivel global este 2016 se espera una caída de ventas del -5,7% con respecto al tercer
trimestre del 2015 y no se ven expectativas de una “estabilización” del mercado hasta bien entrado el año 2018. Y eso teniendo en cuenta que el sector retail es el que menos contribuye actualmente a las ventas, puesto que la mayor parte de ellas se concentran en el mercado corporativo y de administraciones públicas. Sectores que en los últimos dos años fueron los encargados de animar las escasas ventas.

¿La razón? Amplias renovaciones de parques empresariales y estatales de equipos, debido sobre todo a la finalización de la vida útil de Windows XP, así como la introducción gratuita de Windows 10. Ambos factores fueron determinantes en las decisiones de compras en dicho canal, situación que no parece haberse producido en el mercado doméstico. El problema es que no se espera que esos sectores vayan a renovar equipos en breve y teniendo en cuenta que el perfil de consumidor doméstico se encuentra más que reticente a la renovación de equipos, sería ya un milagro que este 2016 terminara con cifras positivas. Lo que queda meridianamente claro, es que en la actualidad todo lo que no sea ultramovilidad está en franca retirada. Justo lo que les sucede a los ordenadores de sobremesa e incluso hasta algunos portátiles de gama básica. La demostración se encuentra en el descalabro de los netbooks. Pequeños portátiles de menos de 13 pulgadas, de potencia básica y que causaron furor hace unos años; ahora han visto cómo sus ventas caían estrepitosamente (nada menos que un -70%) arrinconados ante soluciones de movilidad mucho más avanzadas como tabletas y smartphones. Ambos equipos mucho más adecuados a las nuevas necesidades de consumo por parte de los usuarios de este tipo de equipos.

 

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