Una de las noticias más comentadas últimamente en la industria tecnológica ha sido la de los primeros signos de estancamiento en las
ventas del iPhone. Una de las razones que más se han citado para explicarlo ha sido su precio, en comparación con la competencia que el mercado puede abastecer hoy. Aunque parece lógico afirmar que un menor precio mejoraría las ventas del dispositivo de Apple, este hecho ha abierto un debate con una cuestión principal: ¿por qué el precio debería ser un problema hoy cuando antes no lo era? En efecto, desde su llegada al mundo, el iPhone ha sido siempre un producto más caro que la mayoría de sus competidores, algo que
nunca ha frenado su ritmo.

Cada vez más lejos
Con todo, la diferencia de precio entre iPhones y teléfonos Android ha aumentado muy notablemente en los últimos años. Según lo indican datos recabados por KPCB, esta diferencia se ha multiplicado casi por dos en menos de una década. Si en 2008 comprar un iPhone era 208 dólares más caro que un Android, la diferencia hoy rondaría los 443 dólares. Esta clara distancia en los precios de los
dos líderes del smartphone se ha acentuado año tras año. De los datos de 2008 a los de este año, el precio del iPhone ha variado escasamente: subidas hasta el 2011, un ligero descenso en 2012 y 2013 y de nuevo una remontada hasta 2015, el mayor pico en el valor del dispositivo que todo el mundo parece anhelar. Una nueva bajada en 2016 no es suficiente para salvar las distancias con Android,
cuyos valores no han parado de disminuir desde 2010, un compromiso que se refleja año tras año. El abaratamiento de los Android parece tener un motivo claro y muy apreciado por los consumidores. Y es que pese a que los dispositivos más inteligentes de Samsung pueden presentar precios muy similares que los de Apple, hay un importante catálogo de proveedores –mayoritariamente de China– que
ofrecen smartphones Android a precios mucho más asequibles que un iPhone. Pero ¿pueden los Android seguir abaratándose hasta el infinito?

Una estrategia fallida
Si la piedra preciosa que ideó Steve Jobs no es un producto asequible para todo el mundo, lo cierto es que depende de dónde nos encontremos sus precios pueden presentar notables diferencias, que apuntan a diferentes razones en cada caso. Esto puede también contemplarse como una de las razones que podría haber frenado el rumbo ascendente de sus ventas. Así lo demuestra el caso de la India, donde el último modelo, el iPhone 6s, cuesta hoy en día 935 dólares. Por lo tanto, comprar el aparato en el segundo país más poblado del mundo cuesta 200 dólares más que en Estados Unidos. Fácilmente, este dato pone de manifiesto que el que es un producto de masas para los estadounidenses es en realidad una marca de lujo para los ciudadanos indias, cuyo GDP per cápita es menor de un tercio del de Estados Unidos. Si Apple se ha identificado como una marca de productos para el cliente final, lo cierto es que el precio del iPhone se ha convertido recientemente en un problema para el éxito de la firma más allá de sus fronteras. Con decenas de dispositivos Android a la venta por una fracción del precio del iPhone, el encanto de la revolución iPhone podría estar perdiendo fuelle de cara a los clientes de mercados emergentes.

Junto a la India, China y Brasil figuran en la lista de 10 países donde el iPhone tiene los precios más caros, siendo en el último caso de 1.164 dólares por iPhone. La estrategia de posicionarse como un objeto de lujo no parece haber calado entre estas economías en vías de desarrollo. Así lo reconocía recientemente Tim Cook, CEO de Apple, quien admitía que casos como los observados en la India hacían inviable esta estrategia. El camino a seguir parece evidente: hay que bajar los precios. Si Brasil encabeza esta lista del iPhone como un lujo, algunos países europeos lo acompañan en las primeras posiciones. Con precios entre los 900 y los 850 dólares, éste es el caso de Italia, Rusia, Francia y Alemania, todos ellos a la zaga de Brasil y la India.

¿Quién no tiene un smartphone?
Para entender mejor estos signos de ligero estancamiento en la ventas del iPhone, es importante hablar del mercado del smartphone y de cómo éste ha cambiado recientemente. En regiones desarrolladas como Europa y Norteamérica, el mercado está mucho más saturado. Nos encontramos frente a una situación en la que la mayoría de usuarios susceptibles de adquirir un smartphone ya disponen de uno. Esto es fácilmente deducible del hecho de que la mayoría de las ganancias de este sector vienen de los mercados emergentes, donde el precio sí representa un problema. Sin embargo, quedan años de bonanza para hacer llegar estos dispositivos a un mayor número de la población mundial, y se prevé que en 2019 existan 2,7 mil millones de smartphones en el mundo. Esto casi doblaría la cifra de 2014, cuando contemplábamos un panorama de 1.593 mil millones de dispositivos en el mundo. En el año que nos ocupa, los usuarios de teléfonos inteligentes rondan los 2,08 mil millones, siguiendo con un vertiginoso rumbo ascendente especialmente acentuado en los
últimos dos años.

Precios a la baja
En el mercado global, 2011 fue el año del smartphone, el momento en el que éste alcanzó su punto álgido. La media se encontraba en los 348.6 dólares, un linde desde el que sólo ha habido descensos hasta día de hoy: 332.5 en 2012, 276.2 en 2015. Para el año 2019, estos valores podrían caer hasta la media de 214.7 dólares. Aunque la media varía en cada país comprensiblemente, los Estados Unidos se llevan el premio de pagar los smartphones por un mayor precio. En 2013, la media se situaba en los 531 dólares. Al otro lado del espejo, los ciudadanos en las regiones de Asia-Pacífico cuentan con los dispositivos más asequibles: 262 dólares en 2013, que podrían descender a 215 el próximo año. Es evidente que estas cifras varían también en función de la marca. Mientras que como se explicaba, Apple vende los teléfonos inteligentes más caros del mercado, se ha mantenido en segunda posición detrás de Samsung con sus Android, que ha apostado por un catálogo de varios rangos de productos y precios. No es de extrañar que Android sea por ello el sistema operativo más asequible para los consumidores, seguido de cerca por Windows Phone. Por su parte, los smartphones que se presentan a un precio de medio rango –entre 150 y 550 dólares-, llegaron a suponer el 40% total de ventas en 2014. Si esta es una cifra muy optimista para los jugadores hasta ahora considerados de segunda división, lo cierto es que lo es aún más con las previsiones de aumento de hasta un 48% en 2019.

En un mercado vibrante y constantemente en cambio, la sorpresa parece algo evidente. Llegar a nuevos mercados, consolidarse en las economías desarrolladas e innovar en un mundo donde todo es rápidamente efímero es el reto y la dirección de todas las marcas, grandes y pequeñas, para atraer un consumidor dispuesto a dejarse seducir. Eso sí: la tendencia de los precios a la baja no parece tener vuelta atrás.