Los nuevos televisores no convencen

La gama marrón ha mantenido su mala racha en 2015, en gran parte debido a las escasas ventas de televisores. Los fabricantes tratan de salvar la situación, pero las previsiones para este año no son muy alentadoras.

15/07/2016

El mercado de tecnología de consumo se está estancando en todos sus frentes, como han demostrado las cifras del año pasado. Incluso los productos estrella como los smartphones (en el caso del prepago y de contrato) están bajando más de lo esperado, y en la gama marrón se notan especialmente ...

El mercado de tecnología de consumo se está estancando en todos sus frentes, como han demostrado las cifras del año pasado. Incluso los productos estrella como los smartphones (en el caso del prepago y de contrato) están bajando más de lo esperado, y en la gama marrón se notan especialmente estos efectos. Los nuevos estándares de televisor no están atrayendo al público y la depreciación de ciertas gamas no está logrando mejorar las ventas globales. En 2015, el mercado de la gama marrón ha seguido bajando, como viene haciendo desde hace ya un lustro. Afortunadamente, el descenso de ventas en España ha sido menos acusado que entre los dos años anteriores (1.387 millones de euros frente a 1.405 de 2014). Y esto se ha notado en las cifras totales de televisores, que han perdido un 2,5% de valor en total con respecto a 2014. Los modelos LCD-LED han sido los más afectados, que han bajado un 66,8% en valor y han vendido un 78,6% menos de unidades. Mientras tanto, su precio medio ha subido un 79,6%, principalmente por las gamas superiores. Esto ha desanimado mucho al grueso de los posibles compradores, que han optado por otras soluciones como los televisores LCD sin retroiluminación LED. Estos modelos han bajado sus precios un 7,2%, incrementando sus ventas un 14,3% y moderando sus pérdidas totales (-1,1%). Por su parte, las pantallas de plasma continúan su declive en favor de las demás tecnologías. Lo sorprendente es que esto ocurre cuando se acercan las olimpiadas de Brasil y la Eurocopa de fútbol ya se celebró, eventos que tradicionalmente han impulsado la renovación del parque de televisores en todo el mundo. 
 
Mientras las ventas de 4K se quedan cortas, los fabricantes insisten en promocionar sus modelos de gama alta de 50” o más, a un público poco receptivo y que no quiere gastar más de 3.000 euros en un nuevo televisor. Y aunque mucha gente quiere apostar por la Ultra Alta Definición, la realidad es que la implantación de este estándar está tardando más de lo esperado. Parece que con la promoción de la gama alta las marcas intentan recuperar la fuerte inversión en tecnología que han realizado en los últimos años. Pero los consumidores se muestran reacios y no parecen dispuestos a pagar los platos rotos de una industria que se ha adelantado demasiado mientras sus clientes aún sufren una crisis, sino económica, al menos de confianza.
 
Demasiados logos y pocos estándares
 
En la feria CES 2016 los fabricantes de televisores han lucido sus mejores galas para tratar de convencer al público, promocionando sus nuevas tecnologías en materia de retroiluminación, calidad de imagen, conectividad e integración con otras tecnologías del hogar. Entre ellas destacan la apuesta constante de fabricantes como LG por la tecnología OLED y la promoción que otras marcas están haciendo de nuevos estándares para las pantallas 4K. El consorcio de fabricantes UHD Alliance ha promovido la “etiqueta” Ultra HD Premium, que garantizaría unos óptimos niveles de luminosidad, fidelidad de color y amplitud de rango dinámico. Esto se debe en parte a que, en medio de la “fiebre del 4K”, ciertos fabricantes han vendido tecnologías de coste inferior que no satisfacen a los usuarios por su mala calidad, generando descontento. Pero algunas de las principales marcas han decidido ir por su lado para diferenciar su tecnología del resto. Samsung ofrece los modelos S-UHD, LG los Super UHD y Sony tampoco comulga con el estándar Ultra HD Premium. Y no son las únicas que desconfían de este sello, ya que las nuevas firmas chinas que tanto mercado están ganando también buscan sus propias fórmulas.  
 
La desconfianza de los consumidores en los nuevos formatos debería haber incentivado a las marcas para crear un frente común. Pero en vez de clarificar las cosas para el comprador, estas estrategias individualistas generan más confusión en la gente, lo que puede decantar las decisiones de compra en formatos ya asentados y más económicos, como Full HD. De cara a este año otra de las tecnologías que más se va a ver en los nuevos televisores de las marcas más importantes es HDR (High Dynamic Range). Este sello garantiza un elevado rango dinámico, que proporciona unos colores más realistas y mayor definición en las zonas de sombra, entre otras cosas. De hecho, servicios como Netflix ya lo han implementado en su software y otros, como YouTube, han anunciado que también darán soporte para esta tecnología en su aplicación para Smart TV.
 
Hace unos cuantos años que los llamados televisores inteligentes llegaron al mercado y, desde entonces, han sufrido muchos cambios para bien y para mal. La ilusión inicial por tener una pantalla capaz de conectarse a Internet y hacer “un montón de cosas” ha resultado ser demasiado adelantada, o más bien mal concebida, y la realidad es que la mayoría de usuarios utilizan pocas de sus funciones “inteligentes”. Y es que la integración de hardware y software no ha sido tan buena como la de los móviles con sus apps, y requiere de muchos pasos para tener a mano cosas tan básicas como las noticias, la información meteorológica o el correo electrónico. Esto ha llevado a fabricantes como Samsung, entre otros, a eliminar muchas funciones originales de la parte Smart. Hasta el punto de que cada vez tienen menos servicios de la marca y redes sociales, y dan más importancia a unas pocas apps que ya tienen usuarios fuera del entorno Smart TV. Tales como los videoclubs como Netflix o Wuaki.TV, que los usuarios ya disfrutan en otras plataformas. 
 
La gama marrón no levanta cabeza
 
Los televisores son, a pesar suyo, los máximos responsables del devenir de toda la gama marrón, ya que acaparan más del 70% de las ventas totales de esta categoría, pero no son los únicos a los que les va mal. En 2015 todo el sector ha continuado su descenso, excepto algunas categorías que ya despuntaban en la segunda mitad de 2105. Las Docking Station han vendido un 45% más de unidades, subiendo su beneficio más del 10%, y los dispositivos “connected audio” se han vendido un impresionante 223% más que en 2014, subiendo su valor un 132,5%. Bien es cierto que los precios de estas categorías han bajado mucho, pero sus resultaos son innegables. Otras categorías, como los altavoces, han aumentado ligeramente la venta de unidades a pesar de haber tenido las previsiones en contra, pero su precio también ha descendido más de un 10%, lo que no termina de compensar. Estas cifras animan a los fabricantes dedicados, pero estos accesorios suponen sólo una pequeña parte del sector. Para que mejoren las cifras globales del sector se depende casi por entero de los televisores, y 2016 no termina de presentarse como el año del cambio.

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